Mi viaje tántrico
Me considero una persona espiritual, aunque muy bien arraigada a la tierra. Hace ya años que navego en estos mundos del crecimiento personal
MI VIAJE TÁNTRICO
Me considero una persona espiritual, aunque muy bien arraigada a la tierra. Debido a que ya hace años que navego en estos mundos del crecimiento personal, y herramientas como la meditación o el yoga me han permitido entender que esto de la vida va de otra cosa bien distinta a lo que me habían enseñado.
De fondo, en mi vida resonaba la palabra Tantra como un imán que me producía atracción y rechazo a a la vez, en cierto modo miedo, en buena parte, ganas de probarlo. Intuía que mi crecimiento como ser más completo pasaba por ahí. Pero tenía que llegar la ocasión.
MI ROTURA SENTIMENTAL
Entré decidida, sabiendo que al otro lado de la puerta que daba paso al retiro, dejaba prejuicios, miedos, críticas e inseguridades. Me puse en las manos de Hari Das y Anokhi, confié en su saber hacer y entendí, desde el primer momento, que para bailar el Tantra hay que entregarse profundamente… a lo que va surgiendo. Y eso que va surgiendo es humanidad en estado puro, que vibra en cada uno de nosotros y se manifiesta con amor con todas las letras. A cada segundo me sentía más plena y libre, como si de repente y gracias a la toma de contacto conmigo misma y de ahí, con los demás, desde ese pleno ser ya despojada de ego y de autoimagen, me permitiera mirar a los ojos de los demás como espejo de los míos.
MI SANACIÓN
Tú y yo, yo y tú, da igual donde está la línea que nos separa, porque es desde el amor que podemos superarla y ser solo uno. Esa es la vivencia. Y la sexualidad, esa energía tan plena que emerge de debajo del ombligo, se expande por todo el cuerpo como una carga de fuerza y poder. Efectivamente, tras mi sanación, sentía mi cuerpo cargado de ese valioso poder personal, mi autoestima en perfecta alineación con mi humildad, y unas ganas grandes de hacer el amor con la vida.
Y eso es solo mi primera estación del viaje.
Hari Om Tat Sat
Clara Arnedo. Barcelona.